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Cuando las FARC le copiaron a Walmart (o por qué el glifosato no funciona)



Algo de contexto: Walmart es un supermercado americano que se asemeja a un D1 en esteroides, donde se encuentra de todo a los precios más bajos del mercado. Su fórmula se basa en dos elementos: vender en grandes cantidades (volumen) y ser un monopsonio.

¿Pero qué es eso?

Los monopsonios son como los monopolios pero al revés. Mientras que en los monopolios solo hay un vendedor que logra dominar la oferta y los precios (piense en los taxis pre-uber), en los monopsonios solo hay un comprador y, por lo tanto, este lograr tener gran poder sobre los niveles de la demanda y los precios.

Así, Walmart es el único comprador de muchos productos en muchas zonas de Estados Unidos y el mundo, permitiéndose tener mucha influencia sobre los productores, al punto que estos son quienes, a la final, asumen los aumentos en los precios. Imaginémonos por un momento que en un pueblo X se produce mesas moradas y su único comprador es Walmart. Un día, los arboles de madera morada empiezan a escasear, por lo que los productores de las mesas deciden subir sus precios. Sin embargo, a Walmart le vale verga y decide no alterar sus tarifas porque esto afectaría sus ventas y su reputación de baratero, exigiéndole los productores que no suban nada o, si no, les dejan de comprar. En este escenario, los habitantes del pueblo X o aceptan las condiciones del supermercado reduciendo sus ganancias, o se joden y no ganan nada.


Pues bueno, las FARC funcionaron (¿o funcionan?) igual pero en el negocio del perico. Al ser un grupo armado ilegal cuya principal fuente de ingresos era la droga, su estrategia natural de empresarios fue (1) controlar a sangre y fuego varias regiones del país, eliminando la competencia en todos los sentidos y, (2) establecer las condiciones de mercado que les favorecían. Así, las FARC (y toda la recua de narcos y pseudo grupos revolucionarios/paramilitares) monopolizaron el mercado de las hojas de coca y la pasta base de cocaína obligando a los productores locales a mantenerse en una franja de precios, dado que era los únicos compradores.

Acá es importante mostrar some fucking evidence:


Gráfica 1: Precio histórico de la cocaína en los estachos (corregido a inflación del 2012)

Gráfica 2: Hectáreas de coca sembrada en Colombia

Como se puede observar, los precios de la cocaína en USA (principal target de Colombia) se han mantenido bastantes estables mientras que los cultivos han tenido variaciones drásticas. Algunos dirán que ello se debe al efecto Globo, que es cuando, por ejemplo, los cultivos se reducen Colombia por la presión del ejército, pero al rato aparecen en el Perú porque ahí está más suave la cosa. Esto podría ser cierto, pero de cualquier manera el efecto Globo demora un poco en constituirse y los stocks de hoja de coca igual se modifican.

¿Cuál es la conclusión de tan contraintuitiva situación?

Siempre se ha justificado la guerra contra la oferta de las drogas diciendo que si se baja la oferta, los precios suben y la gente deja de consumir. Pero pues como se ve, esto es falso. Los precios y la demanda se han mantenido estableces a pesar de las variaciones de la oferta, así esto suene totalmente contrario a las clases de micro, contabilidad o lo que sea que le haya tocado ver al lector. De esta manera, sacar pecho como lo hace nuestro presidente Duque cuando anuncia que va a usar el glifosato para reducir los cultivos, pues es un pajazo mental que a la final solo afecta al campesino cocalero y, de pronto, a algún narco tipo Guacho que cuando lo matan aparecen tres narquitos más (efecto hydra).

Si el gobierno retoma las aspersiones aereas, y supongamos que por obra y gracias del Espíritu Santo logran reducir a la mitad los cultivos, pues ni el narco va a dejar de hacer negocio ni el consumidor va a dejar de oler. Lo que pasará es que el campesino se empobrecerá debido a que le toca seguir vendiendo al mismo precio mientras tiene menos producto que ofrecer.

¡Y la cosa se pone peor! A pesar de su estrategia de mercado, las FARC y el Walmart tienen una pequeña diferencia: los sobrecostos. Mientras Walmart puede vender grandes volúmenes ganándole poco a cada unidad, las FARC y sus socios narcos venden a un precio descaradamente superior al inicial. Cuando un kilo de Pérez está en Tumaco o Buenaventura, este puede valer entre 2.000 a 4.000 dólares dependiendo de la época, la pureza, etcétera. Cuando ese kilo llega a México, ya va como en 12.000 dólares. Y cuando llega a USA, supera los 25.000 que, menudiadito y adulterado, se le sacan malo malo 165.000 dólares. El cálculo de la ONU es que desde la selva de los Andes hasta Nueva York, el precio puede multiplicarse por 500.

Estos sobrecosto básicamente responden a que el narco asume los riesgos de su negocio y se los endosa al precio. Frente al tema de los cultivos, la conclusión inmediata señala que aumentarle los precios al campesino o al narco-cocinero, a la final no genera mayores diferencias.

Volvamos a las suposiciones: Digamos que Duque logra acabar con el 50% de los cultivos y los cocaleros hacen sindicato (en Bolivia hay uno) y deciden subir el precio del kilo de hoja de coca en un 30%.

Para producir un kilo de perico se necesitan 350 kilos de hoja, que cuestan 380 dólares, que de subirse la taifa en 30% pues quedan valiendo 494 dólares. Esto haría, realmente, que el kilo de cocaína en USA ya no valga 25.000 dólares sino 25.194, lo cual es bastante marginal. A eso se le suma, y no profundizo para no ponerme cansón, en que los cocaleros y narcos colombianos han aumentado su productividad y tecnología, logrando sacar 30% más hojas en una hectárea en comparación a lo que sacaban hace 20 años.

De esta manera, podemos observar la mentirota sobre la cual se está estructurando las políticas antidrogas y anticultivos de los gobiernos prohibicionistas. Acá se acostumbraron a decidir políticamente con base en la moral y no la evidencia, y por eso es que no logran ningún resultado. Es muy fácil juzgar las acciones desde sus propósitos y no desde sus conclusiones tangibles. Pero bueno, qué sé yo, de pronto esta vez el gobierno colombiano si logra ganarle al narco.

Pd: Los niveles de cultivos de coca tienen una fuerte relación con el precio del dólar, pero eso es otra historia.


@CardonaNL



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